TAREA T1

¿QUIÉNES SOMOS EN LO VIRTUAL? 

Disidencia y desarrollo de la identidad en las nuevas posibilidades tecnológicas. 

Alejandro Fernández Artime

alexartime@gmail.com 

El tema de mi tesis trata sobre el estudio de la identidad en la era digital. Así, es un intento de responder a la pregunta "¿quiénes somos en lo virtual?"

Gracias al desarrollo técnico en materia de digitalización, las fronteras férreas entre lo físico y lo virtual se desvanecen y se ven relevadas por un panorama donde dichos conceptos se entrelazan de forma intrínseca, afectando directamente a los cimientos de lo que hasta ahora entendíamos como identidad. Las investigaciones diacrónicas alrededor de la idiosincrasia han explicitado el binomio postmetafísico que jerarquiza la experiencia cibernética y la experiencia material, poniendo de relieve su carácter monolítico y homoreferente por el cual los sujetos contemporáneos se sostienen en un “Yo” fragmentado, pero no roto.

Así, esta nueva existencia descentralizada desafía las categorías esencialistas arraigadas en el monismo identitario y abre las puertas a la experimentación plástica del significado del ego. En un mundo donde las

identidades confluyen y se vuelven contextualmente determinadas, surge la posibilidad de reimaginar el "Yo" en términos de una constante evolución y adaptación. La tecnología, inexorablemente encarnada, abre las puertas a la exploración y performatividad del "existir", rompiendo con las limitaciones

tradicionales y abrazando una visión dinámica y pluralista del ser.

En este sentido, mis hipótesis de partida son las siguientes:

- La digitalización del ser como identidad multiescala ha desdibujado el significado del "Yo" y ha problematizado las formas en las que categorizamos la existencia. Parto así de un análisis dual y autorreferente. Dual, porque el tratamiento del "Yo" virtual y el "Yo" encarnado requieren de acercamientos epistemológicos y ontológicos distintos; autorreferente, porque el sujeto de ambas experiencias, aunque sostenidas en planos diferentes, es el mismo receptor. En este sentido, defiendo que el intento de corrientes previas en demostrar de qué maneras una existencia tiene más peso ontoepistémico que otra, pierden en ese giro el acercamiento necesario para análisis integral y hodierno.

- Las tecnologías no solo vehiculan nuestras identidades, sino que las producen y las reconfiguran. El desarrollo técnico acelerado y su producción masivo-global ha vuelto a la tecnología un prisma a través del cual entender y habitar el mundo. La ruptura del ideal de la ciencia como objetiva-neutral ha puesto de relieve cómo las herramientas no son únicamente medios, sino que guardan una agencia activa que co-construye la subjetividad.

La experiencia online no es, por tanto, una extensión de la experiencia offline, sino que ambas se interconfiguran y crean una coexistencia, situando a los usuarios en multihabitabilidades poliplataforma. El usuario moderno navega así entre distintas esferas de interacción y pertenencia, construyendo sujetos que son simultáneamente cohesionados y dispersos, físicos y virtuales.

Conceptos como el avatar y/o el cyborg aparecen para repensar cómo entendemos valores como la humanidad, la existencia, la vida o la realidad en un panorama biotecnológico en constante expansión. Así, considero que un enfoque interdisciplinar que vaya más allá del análisis técnico y tome como eje las implicaciones éticas, cambios sociales y urgencias políticas de estos nuevos modelos será capaz de construir un marco teórico crítico, actual y responsable con el futuro, capaz de responder a la pregunta "¿quiénes somos en lo virtual?".